Todo empezó un día común y corriente al llegar a mi escuela, tuve mis clases normales, pero... sucedió algo bastante distinto, a la hora del descanso, mi mirada se fue rápidamente hacia una persona, no cualquiera, un chico no muy alto, de pelo negro, no muy largo, una chasquilla (o fleco) hacia el lado, que casi su ojo tapaba, ojos casi azules, un aro bajo su labio, y otro en su nariz.
Algo me llamó mas la atención que aquello, el chico estaba solo, caminando por entremedio de la cancha, sin un rumbo especial, yo simplemente... me paralicé.
¿Me enamoró a primera vista? que irresponsable.
El chico era, lo que cualquier niña de mi edad querría como príncipe azul, su cara, sus ojos, su mirada, pero...
¿Por qué todos lo evitaban?
Demoré mucho en averiguarlo, pregunté mucho, hasta que alguien me respondió muy sinceramente.
- "Nadie le habla porque es raro, porque es muy antisocial y pesado, y los que le hablan, el sabe tan bien como aquellos que es por lástima"
Me sentí muy mal, me sentí como si hubiera sido yo aquel chico, así que, me armé de valor para hablarle.
me arreglé mucho aquel día y estaba muy impaciente por llegar a la escuela, me preparé mucho.
Era un día soleado, hacía mucho calor, yo estaba con mis amigos y les expliqué aquel asunto, ya que esos días estuve muy alejada de ellos por intentar averiguar sobre ese chico.

Mis amigos me daban empujones, con el propósito de que el lo notara, lo notó.
hablamos todo el descanso, luego, mis amigos no quisieron volver a hablarle, pues dijeron que era aburrido.
No me quedo más remedio que verlo desde lejos, averiguar de el por sus compañeros de curso.
La mayoría de las veces que lo miro, el lo hace antes que yo, entonces, cuando subo la mirada para verlo, el la baja para que no note que lo estoy viendo, lo hace con cierta timidez, lo que me da cierta ternura, y risa.
pasaron las semanas, era todo igual, tocaban la campana para el descanso, y yo corría a la cancha, para verlo caminar, para ver esos ojos azulados, para ver ese rostro de príncipe, para alegrarme al notar que me mira también.
No sabía nada de aquel chico, quería sentirme satisfecha, y la única forma de hacerlo era sabiendo mas sobre el, mis amigos no querían acompañarme, cuando se los pedía me contestaban:
- "Hazlo tu sola, no podemos estar siempre ahí." y tienen razón.
a la hora de almuerzo, corrí a la puerta de su salón, a la puerta de su curso, todos me molestaban, pues, la mayoría de ese curso se lleva bastante mal conmigo y con mis amigos.
el salió último, como siempre.
- Hola. Le dije sonrojada totalmente.
- Hola. me contestó ya no tan cortante, con cierta ternura tal vez.
- ¿Puedo preguntar tu nombre?
- Claro, me llamo Bryan.
Nunca me ha gustado ese nombre, y para su estilo, lo encontraba muy "fome" así que dije:
- y ¿cómo te dicen?
- hemm Bryan. Se rió, por primera vez, me encantó su risa, yo me reí también y me sonrojé mucho más.
Siempre lo observo, a la hora del desayuno corro al comedor a verlo, a la hora del descanso también, y a la hora de almuerzo también estoy allí.
Te ves tan solitario, siento que... tienes tantos secretos por contar, tantas historias, tantos sueños, tantos miedos, pero... te falta gente a la cual contárselo, y... no sabes cuanto me gustaría ser la persona que tu quieres, convertirme en quien buscas, para así ser en quien tu confíes, ser con quien tu lloras, ser tu mejor amiga, y a la persona que amas a la vez...
Como me gustaría...
Han pasado las semanas, y aún no me animo a hablarle, desde que, le pregunté a una chica de su clase sobre el y ella corrió hacia donde el estaba, lo tomó, lo llevó donde mi y me dijo
- ¿Es este?
el, me miro con cara de asombrado, se puso a reír, yo... me paralicé como siempre, una amiga me tomó la cara y asintió por mi.
y desde que, el me saludó, paso por mi lado, y yo me quede viéndolo y choqué con una pared.
y desde que, la Directora estaba amenazándome afuera de mi salón y el pasó por allí, me vio, me saludó y yo me quede viéndolo y la Directora gritó:
- Por qué lo miras y no me escuchas!?, ¿acaso te gusta? y el se dió la vuelta para verme...
Siento que soy un verdadero desastre, ahora solo espero con ansias, el día lunes, para verlo de nuevo, para repetir mi rutina, hasta intentar hablarle de nuevo...Príncipe de mis sueños... <3

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